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Un gato sano

 

Un gatito sano debe tener:

 

Ojos: Brillantes, transparentes, limpios, no debe vérse el párpado nictante, también llamado "el tercer párpado", que es de color blanco y cubre sólo la parte inferior del ojo junto a la nariz. Si el tercer párpado se ve bastante indica que el gato no se siente bien. Debes fijarte si lo tiene permanentemente porque cuando recién despierta puede que se note y no significará nada. Los ojos no deberían lagrimear, caso contrario es signo de que los tiene infectados, tiene problemas con las glándulas lacrimales, etc. Consulta con tu veterinario si esto ocurre.

 

Nariz: Debe ser fría (excepto cuando duerme) y húmeda. Sin heridas ni acumulaciones en las fosas nasales. Respiración continua, sin esfuerzos. Si tose y/o estornuda muy frecuentemente, consulta al veterinario.


Bigotes: Largos y parejos. Si un gato no los tuviera, ya sea porque se los cortaron, se quemaron, etc., no dejes que salga; debe permanecer dentro hasta que vuelvan a crecer dado que son indispensables. Los utilizan para calcular distancias, ayudan en el equilibrio y llegan a detectar hasta una brisa mínima, casi imperceptible para nuestros sentidos. Se pueden encontrar a los costados de la nariz, sobre los párpados superiores y algunos gatos los tienen inclusive en las patas delanteras.


Boca: No debe respirar por la boca. Cuando cierre la boca no debe quedar "media abierta". Si se le vieran los dientes fuera, hay que consultar al veterinario, puede que vayan a caerse. Si tiene muy mal aliento es probable que tenga sarro, algo común en los gatos. Las encías deben ser rosadas aunque hay gatos que las tienen de color negro; es normal. Si se nota una línea muy roja donde comienzan los dientes indicará una posible gingivitis. La lengua del gato es áspera.

 

Orejas: Míra el interior: no debe presentar enrojecimientos o acumulaciones de una sustancia negra o marrón. Deben ser las dos en punta y no tienen que estar caídas como las orejas de algunos perros (Excepto la raza Scottish Fold). Si presentan lastimaduras, cuida que no se infecten y que su cicatrización sea normal.

 

Pelaje: Brillante, suave, agradable al tacto. Si bien puede caerse un poco al acariciarlo, esto no debe ser exagerado, caso contrario habrá que consultar a un veterinario ya que pueden ser hongos o falta de vitaminas. No deben haber espacios sin pelo, por mas minúsculos que sean, el pelaje debe ser parejo y continuo. Tampoco deben encontrarse pequeñas bolitas o espirales de color negro, signo de parásitos.

 

Genitales y ano: Deben estar limpios, si se logran ver parásitos (gusanos) en el ano habrá que darle pronto un desparasitador porque el animalito está infectado. No debe haber secreciones de ningún tipo como tampoco enrojecimientos en el ano.

 

Caminata: Al caminar no tiene que renguear, las patas deben ser firmes y derechas.

 

Micción y defecación: Cuando orine no debe maullar, ni contener sangre; lo mismo cuando defeque. Las heces no deben ser demasiado duras, signo de constipación (estreñimiento) ni tampoco blandas (diarrea).

 

Peso: Debe tener un peso promedio entre 2,5 kg y 5,. Claro está que puede haber excepciones en los machos y en determinadas razas como Ragdoll, Maine Coon, Bosque de Noruega, que llegan a pesar hasta más de 8 kilos (hembras 4,5 Kgs.), etc.

 

Cuando tu gato esté sentado, míralo desde atrás; no debe parecer una bola. La cabeza y el cuerpo tendrían que ser proporcionales, un gato no debe tener forma de "barril". En la zona del vientre se ve rápidamente si nuestro felino está excedido de peso. En la mayoría de los casos se logra ver un bulto flácido de grasa. En términos simples muchos dirían que le "cuelga la barriga".

 

Descanso y juegos: Si bien pasan mucho tiempo durmiendo, asegúrate que sea activo, bríndale juegos. Los gatos gordos pueden ser tiernos pero tienen muchísimos problemas de salud, viven menos y al estar excedidos de peso son menos activos por lo que se crea un círculo vicioso: al no ser activo se vuelve gordo.