Ahogamiento

 

Las condiciones que impiden que el oxígeno entre a los pulmones y a la sangre causan asfixia. Estas son: envenenamiento por monóxido de carbono, inhalación de gases tóxicos (humo, gasolina, propano, refrigerantes, solventes); el ahogamiento en agua y el ahogamiento sin agua (que puede ocurrir cuando el gato permanece demasiado tiempo en un lugar cerrado sin ventilación). Otras causas son objetos en los pasajes de aire y lesiones en el pecho que interfieren con la respiración.

         

Un gato puede atorar su collar en una cerca y estrangularse mientras lucha por liberarse. Asegúrese de que su gato tenga un collar elástico el cual se pueda estirar sobre su cabeza en caso de emergencia.

         

Los gatos son nadadores naturales y pueden nadar cortas distancias. Sin embargo, si no pueden salir del agua sobre el borde del receptáculo porque son muy resbalosos, como tinas, inodoro, bateas, piscinas, o con bordes demasiado altos, podrían ahogarse.

         

Los síntomas de falta de oxígeno son: dificultad para respirar, el estar sin aliento (frecuentemente con la cabeza extendida); ansiedad extrema; y debilidad, progresando hasta la pérdida de conciencia. Las pupilas empiezan a dilatarse. La lengua y las membranas mucosas se ponen azules, lo cual es un reflejo de oxígeno insuficiente en la sangre. Una excepción al color azul es el envenenamiento por monóxido de carbono, en el cual las membranas se ponen de color rojo brillante.


Tratamiento

         

La acción más importante es proporcionar al gato aire fresco para que respire (Mejor aún, oxígeno, de estar disponible). Si la respiración es ahogada o ausente, inmediatamente dar respiración de boca a nariz.

         

Si el gato tiene una herida abierta en el pecho (lo cual se puede diagnosticar si escucha aire siendo aspirado adentro y afuera cuando el respira), sella el pecho juntando la piel sobre la herida.

         

Cuando la situación es ahogamiento en agua, voltea al gato al revés, suspéndelo de sus patas y permite que el agua salga. Entonces coloca al gato con la cabeza más abajo que el pecho y empieza la respiración artificial. Se puede requerir la respiración forzada boca a nariz.

         

Si el corazón se detiene, debe intentarse el masaje al corazón. Continúa los esfuerzos de resucitación hasta que el gato respire por sí mismo o hasta que no sienta latido de corazón por 5 minutos (deceso del animal).

         

Una vez que la crisis inmediata termina, se debe de llevar al gato al veterinario. La neumonía por inhalación es una complicación frecuente.